jueves, 14 de mayo de 2009

Casi como andar en bicicleta...

Llegué, me senté al torno, lo prendí, lo hice girar y logré centrar la pella. Todo eso frente a un ventanal que da a un jardín lleno de plantas. Y logré hacer una pieza de unos 12 cm de alto. Y me sentí feliz. Y no puedo creer que haya dejado pasar tres años y medio sin sentarme a un torno alfarero. Eso no va a pasar nunca mas, porque saben qué? Soy feliz!
Ah, y después hice cinco piezas más... listas para ser retorneadas el próximo jueves. Por Dios! Que llegue el jueves!!!