Mi pasión por la alfarería...

piezas de Cristiane Perrochon 

Hace muchos años, ya no me acuerdo cómo, conocí algunos trabajos de Christiane Perrochon, una alfarera suiza que vive y trabaja en su estudio en la Toscana. Vi sus piezas y supe que quería hacer eso. Quería dedicarme a hacer piezas utilitarias y decorativas al mismo tiempo, piezas que se puedan usar en la cocina pero que tengan "eso" especial que las haga únicas.
Les recomiendo que vean su página... a ver quién no se tienta con pensar: "ay qué lindo, cómo me gustaría vivir como esta mujer..."

Cristiane Perrochon

Vean esa cara, esa vitalidad... una mujer asombrosa!!

móbiles

Tengo una debilidad para los móbiles. En realidad, para todo lo que se pueda colgar. Si fuera por mi tendría toda la casa llena de chucherías colgando de los techos.

Me gusta cómo se mueven con el viento, o el brillo que tienen cuando la luz les da de alguna forma determinada.

Otra cosa que tengo por toda la casa son cristales que compré hace un tiempo en el barrio chino de Belgrano. En este momento cuelgan tres en mi casa, todos frente a ventanas a las que en algún momento del dia les da el sol. El cuarto se llena de lucecitas de colores... es mágico; me da ganas de sonreir!

una manta para el bebé

Cuando hago un regalo me gusta pensar que puedo hacer feliz a alguien con algo que hice yo misma. Dedicarle el tiempo a una cosa que luego va a disfrutar alguien querido es una muy linda sensación. Unos amigos nuestros están teniendo un bebé, y se me ocurrió que podría hacerle una manta. Elegí unas telas de algodón para el exterior y adentro un polar abrigado. Hoy a la mañana tomando mate pude terminarlo, y estoy muy contenta con el resultado.

En dos semanas viajo a Buenos Aires y se la voy a llevar. Dicen que este invierno va a hacer mucho frío... asique una manta le va a venir mas que bien!

a la hora de la siesta

Cuando los chicos duermen, hay paz en la casa. Es el momento que aprovecho para hacer cosas que con dos niños chicos dando vueltas entre mis piernas no puedo hacer. Casi siempre es un tiempo que dedico a definir algún diseño de un cliente, pero si mi esposo está en casa aprovechamos para almorzar algo juntos y tranquilos.

Chavela, nuestra gata, también disfruta de estos momentos, durmiendo sobre el sillón que durante el resto del dia es propiedad de los chicos. Chavela le tiene pánico a los chicos, y no es para menos. La pobre suele ser la pelota de Lucio o el peluche de Manuel, que siempre que logra agarrarla termina con un manojo de pelos en la mano. Es la única gata que conozco que no se defiende de ningún tipo de ataque, o sea, el gato ideal para bebés que ante una cosa peluda tienden a arrancar pelos.

después de tres años...

Muchísimas ganas de tener de nuevo mi taller de alfarería. Pronto, espero! Quizás encuentre un lindo lugar donde armarlo, aca en Neuquén. Y cuando lo haya encontrado me traigo las cosas de Buenos Aires. Y de vuelta a probar esmaltes... Pronto... espero!!