jueves, 2 de julio de 2009

Navegando


El móbile nuevo ya está colgado en el cuarto de Manuel. Al final lo armé con palitos de brochet, fue un poco complicado encontrarle el equilibrio a las partes pero al final quedó tan lindo que estoy tentada con hacer otro.



El movimiento de los barquitos y los peces es lento e hipnótico. Dan ganas de soplarlo todo el tiempo e imaginarse flotando en el agua en uno de esos barquitos de papel... durmiendo una siesta, de vacaciones en el mar...