jueves, 23 de abril de 2009

a la hora de la siesta


Cuando los chicos duermen, hay paz en la casa. Es el momento que aprovecho para hacer cosas que con dos niños chicos dando vueltas entre mis piernas no puedo hacer. Casi siempre es un tiempo que dedico a definir algún diseño de un cliente, pero si mi esposo está en casa aprovechamos para almorzar algo juntos y tranquilos.
Chavela, nuestra gata, también disfruta de estos momentos, durmiendo sobre el sillón que durante el resto del dia es propiedad de los chicos. Chavela le tiene pánico a los chicos, y no es para menos. La pobre suele ser la pelota de Lucio o el peluche de Manuel, que siempre que logra agarrarla termina con un manojo de pelos en la mano. Es la única gata que conozco que no se defiende de ningún tipo de ataque, o sea, el gato ideal para bebés que ante una cosa peluda tienden a arrancar pelos.