Cuando los días son lindos en Neuquén y se tiene la tarde libre, hay que aprovechar para recorrer un poco, agarrar la ruta hacia algún lado y disfrutar de la naturaleza. Teniendo dos chicos chiquitos, hay que buscar lugares cerca (mas de 50 km en auto pueden ser traumáticos). Así que aprovechando que el servicio de meteorología se equivocó con su pronóstico para este fin de semana y no tuvimos seis grados bajo cero como esperábamos, armamos la mochila con los elementos básicos de salida y partimos hacia China Muerta (quién habrá sido el enemigo que le puso ese nombre?!...).
La tarde consistió en tirar piedras al río, caminar un poco y mirar patos y garzas descansar al sol... y perseguir a Manuel que estaba empecinado en meterse al agua. Una tarde cansadora, pero realmente linda!
