No sé qué pasó exactamente, pero estos días tuve una gran necesidad de mandar tarjetas a gente que quiero mucho. Para saludar por el cumpleaños, para decir que los extraño, para agradecer... de repente recordé la alegría que me provocaba recibir una carta y que es una pena estar perdiendo la costumbre de escribir, preparar el sobre, estampillas, y el "ojalá que llegue..."
El viernes a la mañana agarré la bicicleta y pedalié las 40 cuadras hasta el correo para comprar estampillas. Hice una cola de 35 minutos y a la vuelta me agarró la lluvia... verdad!! Cuatro gotas locas que no llegaron ni a mojarme el pelo, pero cómo disfruté el olor a tierra mojada!
Las tarjetas están hechas por mi, son collages de acuarelas y papeles varios combinados con algunos dibujos. Mañana es feriado, el martes mandaré las cartas a su destino... ojalá que lleguen!!
